Las clases de natación siguen siendo una de las actividades extracurriculares más populares entre los niños. Los padres inscriben a sus hijos por diversas razones: seguridad, ejercicio y convivencia social. Las investigaciones muestran que nadar durante 30 minutos puede reducir los niveles de estrés, mejorar los patrones de sueño y disminuir la ansiedad y la depresión. A continuación, analizamos más de cerca algunos de estos beneficios clave.
Salud y seguridad
La natación es una excelente forma de ejercicio cardiovascular con un impacto mínimo en todo el cuerpo. El cuerpo de los niños cambia constantemente a medida que crecen y se desarrollan, por lo que es importante que hagan suficiente ejercicio para quemar el exceso de energía y grasa. Eliminar ese exceso de energía ayudará a que tu hijo duerma mejor por la noche, lo cual, por sí mismo, aporta numerosos beneficios.
Autoconfianza y habilidades para la vida
Con cada nuevo movimiento que tu hijo aprende, desarrollará confianza y una sensación de logro. Aprender a nadar también le enseña a establecer metas y perseverar hasta alcanzarlas. La natación es una gran manera de mostrarle lo que puede lograr con dedicación y práctica constante.
Beneficios sociales
Aunque la natación es generalmente un deporte individual, las clases ofrecen la oportunidad de desarrollar habilidades sociales. Entre ellas, aprender a comportarse adecuadamente con los demás, respetar el espacio de otras personas y comprender que cada quien tiene un cuerpo diferente y aprende a su propio ritmo.
Las clases de natación siguen siendo una de las actividades extracurriculares más populares que los niños disfrutan. Los padres inscriben a sus hijos en clases de natación por diversas razones, entre ellas la seguridad, el ejercicio y la interacción social.
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